Algo de lo que nadie quiere hablar.

Una vez, la revista TIME se refirió al tema como «la nueva pornografía». Se referían a que era el tema tabú en el cual todos pensaban pero del cual nadie quería hablar. ¿Cuál era? La muerte. 

Por supuesto, eso ha cambiado hoy. Se escriben libros sobre el tema y la gente habla con franqueza al respecto. Pero en un mundo donde las personas no conocen a Jesucristo, hay información errónea por todas partes y el temor es real. 

Por eso te declaro la verdad de Dios ahora. La realidad es que Dios nos creó a ti y a mí y a todas las personas para la vida eterna. Hay vida después de la muerte, y el cielo espera a todos los que creen en Su Hijo Jesucristo (Juan 3:16). Esta verdad se repite en la Escritura; en particular, a través del Evangelio de Juan.

Sabemos que el castigo por nuestro pecado es la muerte, pero el regalo de Dios para nosotros es vida eterna en Su Hijo Jesucristo (Romanos 6:23). Dios no creó la vida para que terminara en la muerte; creó la vida para que durara para siempre. La muerte es el enemigo. Todos la detestamos, y con razón. La muerte es el último enemigo que Dios destruirá (1 Corintios 15:26). Entretanto, mientras la muerte sigue siendo una realidad para nosotros, recibimos la promesa de Dios y vivimos con la esperanza del cielo. Si alguien pregunta: «¿Sabes dónde vas cuando te mueres?», puedes contestar con seguridad. Es más, fuiste hecho para saber que vivirás eternamente con el Padre en el cielo.